Columnas para máquinas: el nuevo SEO no es para ti
Durante años, crear contenido para la web significaba escribir pensando en personas. Queríamos informar, convencer o entretener a quienes nos leían. Luego llegó el SEO, y aprendimos a escribir también para los buscadores: incluir palabras clave, cuidar los títulos, optimizar la estructura. Aun así, el objetivo seguía siendo el mismo: que alguien, del otro lado de la pantalla, nos leyera.
Hoy, eso ya no es suficiente.
Cada vez más personas no buscan, simplemente preguntan. Le preguntan a ChatGPT, a Perplexity, a Copilot o a Claude. Y lo que esas IAs devuelven no es una lista de enlaces, sino una respuesta. Una síntesis. Una versión simplificada del contenido que alguna vez alguien escribió.
Y muchas veces, esa respuesta no te cita. No te muestra. No te lleva tráfico. Pero habla por ti.
Estamos entrando a una nueva etapa: ya no escribimos solo para personas, sino para las máquinas que les hablan.
¿Estamos listos para eso?
Esta transición cambia completamente el juego. El SEO tradicional nos enseñó a posicionarnos en Google. Ahora, el desafío es otro: aparecer en las respuestas de las IAs. Y para lograrlo, hay que entender cómo leen, cómo interpretan y qué priorizan.
Pensemos en esta evolución:
Ayer | Hoy | Mañana |
---|---|---|
Posicionarse en buscadores | Ser fuente en respuestas de IAs | Comunicar entre máquinas |
Escribir para humanos | Escribir para IAs que leen por ellos | Crear contenido que otras IAs procesan |
Esto no significa que debamos dejar de pensar en las personas. Todo lo contrario: tenemos que asegurarnos de que, cuando una IA hable por nosotros, diga lo que realmente queremos decir.
Entonces, ¿cómo se hace?
Una forma sencilla de empezar es crear una página específica con la información que quieres que las IAs lean. Por ejemplo:
Y luego, en el archivo robots.txt
, darles acceso solo a ese contenido:
Eso les dice, en su propio idioma: “lean solo esto, por favor”.
Es como entregar una hoja oficial, un resumen autorizado, en lugar de dejar que las máquinas recorran todo tu sitio y deduzcan lo que crean conveniente.
¿Por qué hacerlo?
Porque si no controlas lo que leen las máquinas, ellas igual van a construir una versión de ti. Y esa versión puede estar incompleta, desactualizada o simplemente equivocada.
Es como dejar que alguien hable por ti sin haber tenido nunca una conversación contigo.
Hoy tenemos la oportunidad de guiar esa interpretación. De decidir qué queremos que las IAs digan sobre nosotros, nuestras marcas, nuestros servicios. No es solo una cuestión técnica, es una decisión estratégica.
El futuro ya está pasando
La web está cambiando. Y con ella, la forma en que nos relacionamos con la información. Cada vez será más común que nuestras palabras no lleguen directamente a los ojos de alguien, sino que pasen primero por el filtro de una IA.
Tener una página para humanos seguirá siendo importante. Pero también será clave tener una página para las máquinas.
Porque cuando alguien pregunte “¿Qué hace esta empresa?”, “¿Qué es este servicio?”, o “¿De qué se trata esto?”, la IA responderá. Y lo hará con lo que encontró.
La pregunta es:
¿Eso que encontró, lo escribiste tú?
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